Me pregunto cuánta de esa gente anónima pudo haber tenido un vida como la que tengo yo. O cuántos de los que pasamos, invisibles, a su lado, podríamos acabar así.
miércoles, 14 de noviembre de 2012
Homeless
Mientras esperaba mi tren he leído en un cartel que el año pasado había 17000 niños sin casa en las calles de NY, y que este año eran 20000 los que duermen cada noche en albergues para las personas sin hogar. En el vagón, durante mi trayecto, han entrado dos personas, que con más o menos discurso, pedían dinero para comer ( a menudo entran al vagón del tren niños pidiendo limosna o vendiendo chocolatinas a un dólar). A la salida, como cada mañana, me he encontrado a los mismos vagabundos pidiendo en las escaleras del metro, en la calle y portales de oficinas. Fácilmente puedes ver personas buscando en la basura y cogiendo restos de comida, o recolectando latas y botellas de plástico, portando bolsas enormes de envases vacíos que luego venden a cinco centavos cada uno.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Actualmente, aquí en España , no se si más o menos que allí. Pero si digo que , la posibilidad de acabar así como todas esas personas ha aumentado considerablemente y si lo traducimos a los años venideros con los problemas de pensiones, seran más los ancianos que dormiran en la calle y con la nueva ley de educación serán muchos más los niños y los jovenes que venderan plasticos y pediran limosnas.
ResponderEliminarNo se si nos tocara a nosotros o a nuestros hijos, mi esperanza es que no sea así.Aun así les tocara a muchos otros.
La diferenciación social se agranda.
Besicos