Hay una regla en los autobuses de NY que circulan por el Harlem que conviene conocer. La gente sale por la puerta delantera, y no se prepara para salir cuando va a llegar su parada. Al revés, una persona espera hasta el último instante para, con toda tranquilidad, esté el autobús abarrotado o vacío, levantarse de su asiento y caminar despacio (diciendo un "excuse me" que sirve para todo) hasta la puerta delantera para salir.
Mientras tanto, la gente que espera en la calle para subir se quedará inmóvil, esperando a que salgan los viajeros por la puerta de entrada sin que ningún ser humano abandone el autobús por la puerta trasera (como debería ser).
Y por supuesto, puedes entrar al autobús bebiendo una botella XXL de soda de color azul, comiendo una hamburguesa, comida china o sorbiendo sopa. Ah, y nada de guardar la basura, que el suelo está para eso.