A menudo salimos de casa y vemos un microbús blanco aparcado en la puerta. Y un grupo de turistas españoles,que salen mirando a un lado y a otro con cierta preocupación, parejas la mayoría de las veces, haciendo fotos de la calle y del portal del edificio donde vivimos, y los contiguos. Salimos y están sentados en la escalera posando para una instantánea que sirva de recuerdo de NY y de "nuestras" brownstones del Harlem. En esta zona hay varios edificios de este estilo de arquitectura, con escalera de entrada, zona de sótano, de dos o tres plantas y con el sello identificativo del material, arenisca roja, que le da el color marrón característico. Son unos edificios muy bonitos.
A veces no pasa nada, y cuando volvemos a nuestra casa marrón pienso en lo extraño que resulta que todo sea tan familiar.
Supongo que necesitamos, estemos donde estemos, que ciertas cosas nos resulten familiares, al menos unas pocas, crear una rutina a la que aferrarnos y que nos pueda servir de referencia y al final uno se siente en casa en el lugar que en el que estén sus hijos y su pareja.
ResponderEliminarEn cierto modo es la supervivencia...
Gran beso desde la gris y lluviosa Zaragoza.
Hmffinyc!:
ResponderEliminarComo iba a poner lo mismo que ha puesto Luisa, pues no pongo nada.
Besos.
Marisol